El estudio de The New Food Magazine: EIT Food Trust Report revela una disminución de la confianza en los alimentos, por parte de las personas consumidoras en toda Europa.
A continuación vamos a contarte todos los detalles…
Índice de contenidos
- Nuevas tendencias de pensamiento (y de consumo)
- Confianza en los alimentos
- Alimentos sostenibles: ¿Qué ha cambiado?
- Bajada importante de confianza en el sector alimentario
- Innovación alimentaria: Sesgo de edades
- Conclusión
- Bioser: La mejor calidad en seguridad alimentaria
Nuevas tendencias de pensamiento (y de consumo)
La confianza en los alimentos y el sector alimentario es un tema de creciente importancia en la sociedad actual. Este estudio reciente ha arrojado luz sobre el tema, revelando algunas tendencias preocupantes que podrían tener implicaciones significativas para la industria alimentaria y, por supuesto, para la salud pública.
Confianza en los alimentos
Según el último Informe de Confianza en los Alimentos de EIT, menos de la mitad (45%) de los europeos dicen tener confianza en los alimentos. Este estudio, que encuestó a 19.642 consumidores en 18 países, también reveló que los consumidores son más escépticos acerca de la sostenibilidad y salubridad de los alimentos.
Mientras que los consumidores confían en que la comida que comen es segura (53 %), son más escépticos sobre su sostenibilidad y salubridad. Solo un tercio (36%) de los consumidores cree que la comida que comen es sostenible, mientras que menos de la mitad (44%) cree que es saludable.
Después de ver estos datos, para intentar aumentar la confianza de las personas en los alimentos que consumen, el sector agroalimentario podría profundizar en:
- Transparencia: Ser transparentes acerca de sus procesos de producción y suministro. Esto incluye compartir información sobre de dónde provienen los ingredientes, cómo se procesan los alimentos y qué medidas se toman para garantizar la seguridad alimentaria.
- Sostenibilidad: Teniendo en cuenta que solo un 36% de los consumidores cree que la comida que comen es sostenible, las empresas deben hacer un esfuerzo para mejorar sus prácticas de sostenibilidad. Esto podría incluir, por ejemplo, la reducción del desperdicio de alimentos, el uso de envases ecológicos y la implementación de prácticas agrícolas sostenibles.
- Salud y Nutrición: Menos de la mitad de los consumidores (44%) cree que la comida que come es saludable. Las empresas pueden abordar este tema clave para la salud pública y ofrecer alimentos que sean nutritivos, proporcionando información clara y fácil de entender sobre el contenido nutricional de sus productos.
- Educación del consumidor: Las empresas pueden trabajar para educar a los consumidores sobre la producción de alimentos y el aporte nutricional que tienen. Esto podría incluir campañas de marketing educativo, talleres o incluso visitas a las instalaciones de producción.
- Innovación: Las empresas pueden utilizar la innovación para mejorar la seguridad, la sostenibilidad y la salud de los alimentos. Esto podría incluir el desarrollo de nuevos métodos de producción de alimentos, como la agricultura vertical o la carne cultivada en laboratorio (este último faltaría, también, la aprobación legal), la utilización de fuentes alternativas de proteína.
Alimentos sostenibles: ¿Qué ha cambiado?
Además, el estudio mostró una disminución en las motivaciones de los consumidores para intentar activamente llevar un estilo de vida sostenible. En 2020, casi ocho de cada diez consumidores (78%) informaron que tenían la intención de llevar un estilo de vida sostenible, pero eso ha disminuido constantemente hasta el 71%.
Y, cuando se trata de elecciones de alimentos, esto es aún más bajo, con menos de la mitad de los consumidores (49%) informando que tienen en cuenta el impacto ambiental de su dieta al elegir qué comer. Esta tendencia es preocupante, ya que sugiere que, a pesar de la creciente conciencia de la importancia de la sostenibilidad, muchos consumidores todavía no están dispuestos o no pueden hacer elecciones de alimentos sostenibles.
Para reducir el efecto de esta bajada de consumo de alimentos sostenibles, las empresas podrían focalizarse en ofrecer:
- Más productos sostenibles: Un catálogo más amplio de alimentos sostenibles, tanto en términos de producción como de empaquetado (como por ejemplo alimentos orgánicos, productos de comercio justo, alimentos producidos localmente, etc.) podría incrementar también la demanda.
- Etiquetado claro: Utilizar etiquetados claros y fáciles de entender y que indiquen el impacto ambiental de sus productos. Esto podría incluir información sobre la huella de carbono del producto, el uso del agua, el impacto en la biodiversidad, etc.
- Incentivos: Ofrecer incentivos para que los consumidores elijan opciones más sostenibles. Esto podría incluir descuentos en productos sostenibles, programas de fidelización, etc.
- Colaboración con otras organizaciones: Colaborar con organizaciones no gubernamentales, gobiernos y otras empresas para promover, de forma global, la sostenibilidad en la industria alimentaria.
Bajada importante de confianza en el sector alimentario
El informe también demuestra una disminución en la confianza del consumidor en el sector alimentario en general. Los consumidores parecen estar perdiendo la fe en la competencia, la apertura y el cuidado de los actores del sector alimentario, como fabricantes, autoridades, restaurantes o minoristas.
Sin embargo, los agricultores siguen siendo el grupo más confiable en el sector alimentario, con el 65% de los consumidores expresando confianza en este grupo. Esto sugiere que los consumidores todavía ven a los agricultores como los guardianes de la calidad y la seguridad de los alimentos, a pesar de su creciente escepticismo hacia el sector alimentario en general.
Hay distintas acciones a tener en cuenta para poder mejorar la percepción actual de las personas en el sector alimentario:
- Colaboración con los agricultores: Dado que los agricultores son el grupo más confiable en el sector alimentario, las empresas deberían colaborar y mantener una relación más estrecha con ellos. Esto podría incluir la promoción de productos de agricultores locales, colaboración para incentivar la implementación de prácticas agrícolas sostenibles o ser mucho más transparentes durante toda la cadena de suministro.
- Transparencia: Ligado con el último ejemplo del punto anterior, las empresas deben ser transparentes acerca de sus procesos de producción y suministro. Esto incluye compartir información sobre de dónde provienen los ingredientes, cómo se procesan y qué medidas se toman para garantizar la seguridad alimentaria. En definitiva, la transparencia va íntimamente ligada a la trazabilidad de los productos y las materias primas.
- Responsabilidad: Las empresas deben asumir la responsabilidad de sus acciones y ser abiertas acerca de sus errores. Esto podría incluir la implementación de políticas de responsabilidad corporativa, la realización de auditorías regulares y la publicación de informes de sostenibilidad.
Innovación alimentaria: Sesgo de edades
Finalmente, el estudio indica que solo un tercio de los consumidores (34%) dice que está abierto a nuevos productos alimentarios.
Los consumidores más jóvenes son más abiertos a la innovación alimentaria: el 44 % de los jóvenes de 18 a 34 años informan que están abiertos a nuevos productos alimentarios, en comparación con el 24 % en el grupo de edad de 55+. Esto demuestra que la próxima generación puede estar mucho más dispuesta a aceptar nuevos productos alimentarios que están diseñados para contribuir a dietas más saludables y sostenibles.
Según este informe, el cambio o sustitución de un alimento por otro es más difícil a medida que aumenta la edad de las personas, siendo las más jóvenes más abiertas al cambio y, a medida que aumenta la edad, la afectación por el cambio es cada vez mayor.
Esto demuestra que la creación de perfiles evangelistas de la marca o del alimento se empieza a forjar entre los 18 y los 34 años. A partir de ese mismo instante, la aversión al cambio es cada vez mayor.
Conclusión
EIT Food Trust Report de The New Food Magazine pone de manifiesto la necesidad de aumentar la confianza en los alimentos y el sector alimentario, de forma global, en Europa. Además, es esencial que se tomen medidas para abordar estas preocupaciones y garantizar que los consumidores confíen en los alimentos que consumen. La industria alimentaria, las entidades reguladoras y los responsables políticos deben colaborar activamente para mejorar la transparencia, promover la sostenibilidad, ofrecer inventivos y fomentar la innovación en el sector alimentario.
Bioser: La mejor calidad en seguridad alimentaria
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Referencias bibliográficas
The New Food Magazine: EIT Food. (2024). Menos de la mitad de los europeos confían en la comida, según un nuevo estudio. Recuperado de https://www.newfoodmagazine.com/news/231070/less-than-half-europeans-trust-in-food/





