La presencia de micotoxinas en productos alimentarios puede suponer importantes perjuicios para la salud de los consumidores. Por este motivo, existen regulaciones estrictas para garantizar que estas sustancias no generen problemas para la salud pública, y se pueda detectar su presencia a tiempo en los diferentes procesos de la cadena alimentaria.1
A la hora de llevar a cabo la determinación de micotoxinas en alimentos o piensos existen diferentes tipos de metodologías. Es importante disponer de sistemas que garanticen resultados sólidos y fiables. Con esta finalidad nuestro partner Romer Labs presenta las tiras rápidas AgraStrip® Pro WATEX®, que usadas junto al lector AgraVisionTM Pro permiten la cuantificación in situ de los principales tipos de micotoxinas que pueden estar presentes en productos agrícolas como cereales y otros alimentos. Este método es especialmente útil para procesos como la carga y descarga de camiones o contenedores en los que se requieren análisis rápidos, ya que permite la obtención de resultados en menos de 4 minutos, y es muy sencillo de usar.
Existe una gran variedad de micotoxinas que pueden tener efectos perjudiciales en la salud
Las micotoxinas o toxinas fúngicas son sustancias producidas por algunas especies de hongos y mohos que pueden crecer sobre los alimentos en determinadas condiciones de humedad y temperatura. Además, una vez presentes en los alimentos, estos ya no pueden ser descontaminados, ya que son muy resistentes a procesos de prensado, secado o molienda. Las micotoxinas pueden resultar tóxicas para humanos y animales, por lo que suponen un peligro a nivel sanitario. Además, pueden ser un importante problema para la producción en muchas empresas alimentarias. Dentro de esta categoría encontramos un gran número de sustancias, como las aflatoxinas, la zearalenona o el deoxinivalenol.1,2





